Con los problemas de hoy se están apagando las grandes declaraciones sobre la importancia de las PERSONAS en las organizaciones. Hoy más bien parecen un obstáculo para la supervivencia de las empresas, y por tanto, un mal menor que los empresarios y directivos tienen que soportar. Bendita e insuficiente reforma laboral actual – todavía se piensa - .
En esta situación la función de consultoría con enfoque DO se encuentra en sobrefusión y la gestión de las personas en una difícil encrucijada: Desarrollar PERSONAS que den resultados o echar personas para obtener resultados. Esta es la gran paradoja a la que el responsable de la gestión de las personas en las organizaciones tiene que dar respuesta. O quizá peor: Eliminar la función o degradarla al máximo posible porque hoy, dadas las circunstancias, no tiene sentido empresarial.
Se oye con frecuencia que el empresario no quiere despedir. Pero ¿confía este empresario en la capacidad de ayudar por parte de las PERSONAS y EQUIPOS o confía más y mejor en las máquinas y la gestión de costes como única prioridad?
Las PERSONAS sienten, piensan y crean. Pueden decidir y se pueden equivocar. Esto genera incertidumbre y la dirección de estos procesos humanos no es fácil. Las máquinas se compran, se usan y se tiran cuando no sirven o están amortizadas. Y no protestan. Son las únicas que no están sindicalizadas.
Estos dos enfoques, empresa centrada en las PERSONAS y empresa centrada en la tecnología y costes, se plantea en términos de dilema. Sin embargo, es más bien una paradoja, paradoja que conlleva una nueva y distinta relación empresa/trabajador, que tardará en instalarse en nuestra cultura empresarial. Como paradoja que es no se puede eliminar, aunque sí gestionar. Cuanto antes se integre y se aprenda todos ganaremos.
Hoy, por desgracia, pocos empresarios contratan. Si éstos son mayores de 45 años nadie les quiere, aunque tengan titulación superior, experiencia y capacidad para resolver problemas. Tenemos también serios problemas de prejuicios y estereotipos que superar a fin de dar a las personas la consideración que se merecen, incluso en pro de una mayor eficiencia y eficacia organizativas.
Decíamos que hoy pocos empresarios contratan. Quizá te contraten si te autoempleas. Todo tiende a ser autoempleo. Cada uno va a ser responsable de sí mismo. Hace muchos años, observaba que en los filmes comerciales y didácticos de Estados Unidos, uno de los problemas que tenían los empresarios y directivos era la “fidelización” de los trabajadores. Una vez contratados y formados era necesario conseguir su integración en la empresa. Si la empresa no era atrayente y el estilo de mando inadecuado el trabajador terminaba por marcharse, lo cual incidía gravemente en la productividad y calidad del trabajo.
Este ejemplo, evidentemente no es el nuestro en estos momentos. En el pasado no lejano ha ocurrido con algunos oficios señalados. Con casi 6 millones de parados todo el mundo empresarial piensa que cualquier trabajador en cualquier momento, a cualquier precio y por el tiempo que convenga va a estar dispuesto a contratarse. Mejor si se autoemplea.
Vamos a tener unos años de duro aprendizaje (empresarios y trabajadores). Frente a la reforma laboral LAS PERSONAS van a aprender a ser más autónomas e independientes. A movilizarse y marcharse donde les interese en función de su valía e interés personal y profesional. Este fenómeno aún no se percibe como normal, pero está ya en marcha.
Frente a esta realidad ¿Cuál es el papel a desempeñar por los consultores de Desarrollo Organizacional y responsables de la función de Personal? Yo sigo pensando que los roles básicos definidos por D. Ulrich (Recursos Humanos. Cómo pueden los Recursos Humanos cobrar valor y producir resultados. Edit. Granica) siguen siendo válidos (socio estratégico de la dirección, líder del personal, experto en procesos y agente de cambio). Estos roles llevan aparejada una carga ética en el ejercicio de los mismos que compromete a la persona y al profesional. En nuestro máster estos roles fundamentan, en buena parte, el proceso educativo de las PERSONAS cara el ejercicio de la función directiva como el de la consultoría interna.
Invito a todas las personas que apuesten por la importancia de las personas en las organizaciones que expliciten, se involucren y empeñen en resaltar y demostrar la necesidad de estos enfoques para el beneficio de nuestra sociedad. Ya que los valores que se preconicen en nuestras instituciones serán los valores que se integren en nuestro entorno social.
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